Acerca de PMC Ouvrie Desespumantes

Se crea espuma en numerosos procesos industriales. En este contexto, denominamos "espuma" a un conjunto de burbujas que se crea cuando hay gases que quedan atrapados dentro de una superficie creada por un líquido. Aunque a veces los términos «desespumante» y «antiespumante» se usan como si significaran lo mismo, hay una diferencia importante entre ellos:

mientras que los antiespumantes impiden la formación de espuma durante un proceso industrial, los desespumantes actúan reduciendo la espuma que hay en un producto o eliminando la espuma del producto. Los desespumantes actúan fijándose a las lamelas (paredes de las burbujas) de la espuma y rompiendo la unión que la lamela necesita para permanecer intacta. Así se reduce el volumen físico de la espuma y se libera el aire atrapado.

Las espumas se forman en la barrera existente entre un gas (habitualmente, el aire) y la superficie del líquido. Si las condiciones son turbulentas, la capa superficial se ve forzada a romperse y se vuelven a formar esferas o burbujas que pasan a tener su propia superficie. Cuanto más intensa es la tensión superficial de un líquido, más difícil es romper la superficie con un desespumante.

La espuma puede crear un sinfín de problemas: impedir el llenado completo de un recipiente, crear defectos en una superficie, o provocar problemas con la maquinaria durante un proceso de fabricación. Además, puede reducir la eficiencia de una bomba impulsora. En las fábricas de papel, las espumas pueden ocasionar problemas con la calidad, porque impiden que las fibras de papel se unan por completo. Las espumas pueden crear condiciones que posibilitan el crecimiento bacteriano. Por éstas y por otras razones, resulta crucial controlar la espuma mediante desespumantes.

Las espumas se pueden formar en la mayoría de los líquidos habituales en los procesos industriales. Los productos derivados del petróleo, como la gasolina, el queroseno y los aceites, pueden formar espumas problemáticas. Los líquidos de base vegetal, como los aceites de maíz, colza, coco y oliva, pueden formar espuma cuando se procesan para uso en la producción de alimentos, o durante la producción de alimentos.

También en los procesos industriales relacionados con el agua, como el tratamiento de aguas residuales o la fabricación de pintura con base acuosa, se pueden crear espumas no deseadas.

En la industria se usan diversos tipos y formas de desespumantes. En PMC Ouvrie fabricamos gran variedad de desespumantes no siliconados. Al igual que la mayoría de los desespumantes, nuestros desespumantes son una combinación de un excipiente (es decir, un transportador) y del desespumante en sí. Entre nuestros desespumantes no siliconados están los siguientes:

Desespumantes con base oleosa: un excipiente oleoso, como un aceite mineral o un aceite vegetal, introduce el desespumante en un líquido. En función de la aplicación concreta, se añade un material hidrófobo, como sílice o una cera, a fin de aumentar el rendimiento del desespumante. En las aplicaciones más habituales, los desespumantes con base oleosa son los más eficaces para romper la espuma. Desespumantes con base acuosa: los aceites minerales y vegetales se usan como desespumantes con base acuosa. El compuesto desespumante suele ser una sopa de ácidos grasos, un « alcohol graso» (un alcohol de un ácido graso), o ésteres.

Desespumantes con un polvo como base: algunas espumas tienen que ser reducidas con una combinación de un desespumante y un material hidrófobo como el sílice o una cera. El material hidrófobo es capaz de alterar la lamela de las burbujas y de llevar hasta allí el desespumante que rompe la espuma.

Desespumantes con base acuosa: los aceites minerales y vegetales se usan como desespumantes con base acuosa. El compuesto desespumante suele ser una sopa de ácidos grasos, un «alcohol graso» (un alcohol de un ácido graso), o ésteres.

En general, las espumas se forman en los líquidos, tanto acuosos como no acuosos. Con un desespumante se pueden reducir las espumas tanto acuosas como no acuosas.

Para los líquidos acuosos presentes en la producción de alimentos, el procesado de pasta de papel y papel y el tratamiento de aguas residuales se necesita un desespumante formulado específicamente para uso con dichos líquidos. En términos generales, los líquidos con base acuosa precisan tanto del desespumante como de un material hidrófobo, como el sílice o una cera, que facilite la acción desespumante. Lo más frecuente es usar un polvo que se añade a un líquido en suspensión.

Los líquidos no acuosos, como los presentes en la minería, en los procesos de perforación, en la construcción o en la fabricación de pintura, precisan de desespumantes líquidos, y lo más frecuente es que éstos sean transportados por aceites minerales o vegetales. Este tipo de desespumantes se pueden formular de modo que incluyan materiales hidrófobos, como ceras y sílice, para aumentar su eficacia.